sábado, 19 de junio de 2010

EN EL TREN DE LA COMODIDAD!!

Hola.. Ayer iba en el tren, para San José. Sinceramente nunca había sentido un viaje tan pesado como este. Los vagones sin aire acondicionado, iba llenísimo, y el vapor de los cuerpos de las personas, que además ibamos mojados por la lluvia, me hacía sentir naúseas. Yo llevaba, dos bolsos, dos sombrillas, dos capas, y dos hijos!!! Mi hijo mayor iba agarrado de un asiento y mi hija menor iba entre mis piernas abrazada de mi, por que a ella le da miedo ir de pie. Aparte, iba haciendo equilibrio para poder sostener a mi hija, o sea creo que necesitaba que me salieran unas dos manos más en el cuerpo.

No había pasado mucho tiempo cuando mi hijo que padece de "mal de viaje" (o sea, mareos y vómitos), me volvió a ver con su carita pálida, y los ojos desorbitados... inmediatamente le di un confite y le volvió el color al rostro. Para sacar el confite, fué un suplicio que ni para qué les cuento!!! Otras veces me han dado campo, con las disculpas de los verdaderos caballeros, siempre han sido mujeres las que me ayudan. Pero esta vez ni ellas querían levantarse, sinceramente no las culpo.

La verdad estaba tratando de sacar mi mente de ese tren, entonces me puse a pensar en como somos los cristianos muchas veces. 

Vamos tan cómodos en nuestro tren de salvación. Donde tenemos ya nuestra comodidad. Tenemos la vida casi resuelta, ya obtuvimos la salvación de forma gratuita, nuestros amigos de la Iglesia los conocemos de muchos años, algunos están en un ministerio, otros no se incomodan ni por eso. Puedes añadir lo que quieras de ejemplo. Como los pasajeros de ese tren, vamos tan cómodos, que no pensamos movernos, ni para que se monten más pasajeros, ni para que los que viajan con nosotros se sientan mejor.

Hay personas que aún no se han montado en "nuestro tren" del cristianismo. Ellos lo que necesitan es: que nos incomodemos un poco orando, testificando, sirviéndoles de ejemplo, compartiendo nuestra salvación y nuestras vidas con ellos.

También hay pasajeros que ya van con nosotros, pero aunque los vemos incómodos, cargados, imposibilitados, etc; no nos incomodamos para que puedan tener menos peso, menos tensión, no estamos muchas veces dispuestos a compartir con ellos parte de nuestra comodidad, como que? !!: Como mezclarlos en nuestro grupo de amigos, como llevarlos o traerlos en nuestro carro a un cullto, como permitirles realizar algunos trabajos aunque sean pequeños ayudando algún ministerio, como sacando un ratito para orar con ellos, o darles el discipulado...

La verdad creo que la idea está muy clara, así que sólo quiero invitarte querido amigo, a que si viajas comodamente en este tren, te incomodes un poquito por los demás, vas a sentir mucha satisfacción, que realmente se llama bendición. Si no te has subido aún al tren, decide querer entrar, y abre espacio a otros. Si vas incómodo en el tren y parece que nadie lo nota, pide ayuda a uno de los encargados de los vagones, ellos pueden guiarte, y motivar a otros a que te acompañen como hermanos que somos...

Tú puedes hacer la diferencia en tu vagón, talvés algún otro se motiva al ver tu ejemplo!!

DIOS TE BENDIGA. 
Buenas Noches!!

"Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo". Gal 6:2

"Yo en ellos, y tu en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos como también a mi me has amado" Jn 17:23