jueves, 23 de septiembre de 2010

PARA MOLDEAR LA FIGURA!!


Hola. Las mujeres, por alguna razón, nunca estamos conformes con nuestra apariencia física, casi siempre en los comentarios que se hacen en reuniones de mujeres, escuchamos que queremos siempre tener un poquito más, o "menos", en cierta área específica del cuerpo, según el caso.

No se si has observado los cuerpos de las mujeres de antes, cuando las cirugías plásticas y la lipoescultura, no eran la última opción que tenían. Recuerdas a Lynda Carter (La Mujer Maravilla) o talvés Olivia Newton John (Vaselina)? Ellas tenían que hacer dietas, ejercicios, y usaban una prenda interior llamada "Corset", para moldear su figura; por que en ese tiempo no se acudía a las cirugías con la frecuencia que hoy dia.

Hemos entrado en la era de lo fácil; de no perder el tiempo haciendo dieta por largo tiempo para ver resultados, o hacerla ayudado de unas pastillas "mágicas". Pero lo que llama mi atención es que a veces quisiéramos que el cristianismo fuera igual. Talvés algunos prefieren buscar su devocinal en Internet que hacerlo él mismo. Escuchar las predicaciones "On-line", en vez de asistir a la Iglesia, cambiar de la noche a la mañana, aunque con las primeras circunstancias difíciles tiramos la toalla.

Los cristianos tenemos que seguir haciendo los mismos sacrificios que se han hecho siempre para crecer espiritualmente. Tratar de meternos en el "corset" espiritual que quiere trasformarnos a la imagen de Jesús, y no creer que somos los mejores cristianos por que tomamos para nosotros los caminos más fáciles; como las cirugías estéticas. Puedes quitarte un poquito de estómago, pero si eres gordito, todo lo demás quedará igual. Así que debemos esforzarnos realizando una serie de cosas, para ir creciendo, y cambiando de forma integral.

La mejor receta es:
Buena dieta: Lectura y meditación de la Biblia.
Buen ejercicio: Orar sin cesar, en todo tiempo. Y recordar no sólo pedir, también dar gracias, para sentirnos con gozo durante el día.
Prenda modeladora: Comparar todas las cosas que hacemos, con la forma de ser del Señor, y no de los demás. Así, nunca nos daremos por satisfechos, ni nos sentiremos mejores que nadie; y entenderemos que no consiste en una competencia humana, si no una perfección para la eternidad !

Que Dios los bendiga, y los ayude a tomar la forma de su "corset" !!